Preguntas Frecuentes

Resuelve las dudas más comunes

¿Qué beneficios tiene un Plan de Reestructuración para una empresa con dificultades?
Un Plan de Reestructuración permite a la empresa reorganizar sus finanzas para evitar la insolvencia, mantenerse operativa y negociar con los acreedores la reducción o el aplazamiento de las deudas. Ofrece protección legal frente a ejecuciones, preserva empleos, mejora la imagen empresarial y facilita la recuperación económica sin necesidad de acudir al concurso de acreedores.

¿Qué es un Plan de Reestructuración según la Ley Concursal?
Es una herramienta legal que permite a las empresas reorganizar su estructura financiera y operativa cuando existe riesgo de insolvencia. Puede incluir quitas de deuda, ampliación de plazos, venta de activos y/o Unidades productivas, cambios en la estructura societaria o acuerdos con acreedores.

¿Qué objetivos persigue un Plan de Reestructuración?
Evitar la insolvencia, asegurar la viabilidad de la empresa, proteger a los acreedores y garantizar la continuidad del negocio a través de medidas realistas y consensuadas.

¿Cuándo se puede presentar un Plan de Reestructuración?
Cuando exista una probabilidad de insolvencia en los próximos dos años. No es necesario que la empresa esté ya en insolvencia: se trata de un mecanismo preventivo. También se puede presentar en un estado de insolvencia inminente o actual.

¿Quién puede proponer el Plan de Reestructuración?
El deudor, los acreedores que representen más del 50% del pasivo o incluso los socios pueden proponer un plan. 

¿Qué debe incluir un Plan de Reestructuración?

  • Diagnóstico financiero
  • Valoración económica de la empresa
  • Propuesta de reestructuración de deudas o activos por clases de acreedores
  • Impacto sobre acreedores, socios y empleados
  • Calendario de ejecución

¿Qué papel tiene el Experto en Reestructuración?
Es un profesional designado para evaluar la situación, proponer soluciones, negociar con las partes y elaborar el plan. Su intervención es clave para generar confianza, lograr acuerdos y garantizar la viabilidad del proceso.

¿Quién nombra al experto en Reestructuraciones?
El juez, el deudor o los acreedores. En algunos casos es obligatorio, por ejemplo, si el plan se quiere homologar judicialmente y afecta a clases de acreedores que no lo han aprobado.

¿Qué protección tiene la empresa durante el proceso?
Puede solicitar medidas cautelares, como la suspensión de ejecuciones o embargos, mientras negocia el plan, lo que le da margen para llegar a acuerdos sin presiones externas.

¿Cómo se aprueba el Plan?
Debe ser votado por las clases de acreedores. Si se obtiene mayoría en cada clase, el plan queda aprobado. En caso contrario, puede imponerse judicialmente bajo ciertas condiciones.

¿Cómo se clasifican los acreedores en un Plan de Reestructuración?
En un Plan de Reestructuración, los acreedores se agrupan en clases homogéneas, según la naturaleza y el tipo de sus créditos. Las clases más habituales son:

  • Acreedores financieros (bancos, entidades de crédito)

  • Acreedores comerciales (proveedores)

  • Trabajadores con créditos laborales

  • Acreedores públicos (Hacienda, Seguridad Social)

  • Acreedores subordinados (socios, personas vinculadas)

Esta clasificación es clave porque cada clase vota por separado el plan. Incluso si alguna clase no aprueba el plan, este puede ser homologado judicialmente bajo ciertas condiciones, extendiendo sus efectos a todos los afectados.

¿Qué son las «cláusulas de arrastre»?
Son mecanismos legales que permiten aplicar el plan también a los acreedores que hayan votado en contra, siempre que se cumpla la mayoría legal. Esto evita bloqueos por parte de minorías.

¿Qué implica la homologación judicial?
Es la validación del plan por parte del juez. Una vez homologado, es obligatorio para todos los acreedores y protege la empresa frente a futuras reclamaciones.

¿Qué pasa si se aprueba Un plan de Reestructuración?
El plan se convierte en vinculante para todos los acreedores afectados, garantizando la ejecución de las medidas previstas y generando seguridad jurídica para la empresa y sus inversores.

¿Qué ventajas tiene frente a un Concurso de Acreedores?

  • Evita la insolvencia formal

  • Preserva la actividad y los contratos

  • Es más rápido, flexible y menos costoso

  • Protege la imagen corporativa

¿Y los riesgos?

No lograr consenso, plantear medidas poco realistas o carecer de una ejecución adecuada. Por eso es fundamental contar con asesoramiento profesional especializado.

Contáctanos

Estamos aquí para ayudarte con tus deudas.

"*" señala los campos obligatorios